5 consejos para fomentar el desarrollo musical de su hijo

La educación musical temprana es una forma excelente de sensibilizar a su hijo sobre el mundo que le rodea y desarrollar su gusto por la música. No se preocupe, no hace falta coleccionar lecciones en el conservatorio para esperar criar a un melómano…


La educación musical debe adaptarse a las necesidades (¡y deseos!) de su hijo para aportarle todos los beneficios que necesita: adquisición del lenguaje, curiosidad, concentración, habilidades sociales… Desde canciones infantiles y música en casa, hasta juegos sonoros y rítmicos y conciertos para bebés, ¡usted elige entre nuestros consejos para ayudar a su hijo a desarrollar sus aptitudes musicales!



1. Introducir a tu hijo en la música desde pequeño


Según los expertos, nunca es demasiado pronto para iniciar la educación musical de su hijo. Puede que no se haya dado cuenta, pero los bebés son especialmente sensibles a su entorno sonoro, ¡incluso antes de nacer!


Por eso, no dude en iniciarles en la música desde muy pequeños. Aproveche los primeros años, cuando son hiperreceptivos. Tus melómanos en calzoncillos pronto desarrollarán un gusto propio…


Se cree que introducir a los niños en la música durante los primeros años de vida mejora sus capacidades perceptivas, pero también les ayuda a desarrollar el amor por la música a medida que crecen. Algunos científicos incluso atribuyen el don del oído absoluto a la exposición temprana a la música. No hay garantías, ¡pero merece la pena intentarlo!


2. Descubrir, no interpretar


Tenga en cuenta que, cuando se trata de sus hijos pequeños, lo más importante es, por supuesto, mantener un enfoque lúdico y afectuoso de la música.


Un acercamiento más formal a la música puede esperar, así que no te apresures a ir a clases de música. El objetivo de la educación musical temprana para niños pequeños no es detectar un posible talento (Mozart, sal de ese cuerpo…), sino contribuir a un desarrollo sensorial y social sano y fomentar la aparición del gusto por la música.


Cada niño tiene su propio acercamiento al mundo de la música: manejar instrumentos, explorar la percusión con juguetes, simplemente escuchar, cantar… Sí, ¡un cubo y una pala pueden servir de batería para un improvisado concierto en la arena! Sea cual sea la forma en que tu hijo se inicie en la música (o su nivel de implicación), cosechará los beneficios.


3. Educación musical en casa


Créanos: no necesita un doctorado en musicología para fomentar el desarrollo musical de su hijo en casa. De hecho, ¡probablemente ya haya empezado sin darse cuenta!


Sea cual sea su nivel de experiencia y conocimientos musicales, como padre será el primer maestro de su hijo. Arrullados desde el embarazo por la música que les rodea y la voz de sus padres, los niños suelen estar expuestos desde muy pequeños a las canciones infantiles y de cuna que les canta su familia.


O a los sonidos estridentes del equipo de sonido del salón, ¿por qué no? (Algunos futuros padres, que han escuchado una y otra vez una canción durante el embarazo, se sorprenden al ver que su bebé reacciona a ella cuando la escuchan en familia una vez que ha nacido.


Esta forma de estimulación musical es una valiosa manera de reforzar el vínculo entre tú y tu bebé, al tiempo que estimula suavemente su percepción. A continuación, puedes enriquecer su entorno sonoro introduciéndole en diferentes tipos de música. ¡No hay elección equivocada! Pero debe estar motivada ante todo por el deseo de familiarizar al bebé con sonidos y tonos suaves.


En esta etapa, no se trata de forjar su cultura musical, sino de ayudarle a desarrollar su percepción del ritmo y de los diferentes sonidos y ruidos producidos por la voz y los instrumentos. Se permite todo tipo de música, pero privilegia las melodías sencillas y tranquilas que no sobreestimulen al niño (¡sobre todo antes de la siesta!).


4. ¿Conciertos para bebés?


Aunque Francia aún está en pañales en lo que a conciertos infantiles se refiere, esta práctica ya está floreciendo en algunos países europeos como Bélgica y Portugal, donde ciertas estructuras organizan eventos musicales adaptados a los pequeños oyentes. ¡Dan ganas!


El volumen, la iluminación, la duración del concierto, los espacios y las instalaciones están pensados para satisfacer la curiosidad de los niños de 0 a 3 años, con un programa a menudo interactivo y flexible (que se adapta a la reacción de los más pequeños). Gracias a este tipo de iniciativas, ¡no hay edad mínima para vivir la música en directo!


¿No es de Bélgica? Que no cunda el pánico, hay alternativas. No hay nada que le impida elegir un concierto o festival familiar adecuado y dejar que sus hijos disfruten. Existen protectores auditivos para niños, para que puedan disfrutar de la música a decibelios reducidos.


5. Elegir el método de educación musical adecuado para los niños


Como padres, estáis de suerte: iniciar a los niños en la música es la tendencia actual, y muchas guarderías están introduciendo actividades orientadas a la música. Las asociaciones ofrecen otros talleres de este tipo, pero a veces adolecen de una formación incompleta del personal implicado.


Aunque existe cierta libertad a la hora de emprenderla, la educación musical temprana requiere conocimientos de psicología, desarrollo y pedagogía. Y eso no se puede inventar.


Para que el despertar musical de tu hijo se produzca en las mejores condiciones, lo mejor es recurrir a talleres propuestos por estructuras especializadas.


Después, a partir de los cinco años, si su hijo lo desea, podrá ingresar en un conservatorio, donde profesionales le enseñarán a aprender música de forma adaptada a su nivel de desarrollo, incluyendo el descubrimiento de diferentes instrumentos, el canto, la danza y la expresión corporal. Mientras tanto, pruebe los álbumes Mini Mondes… ¡y suba el volumen!