Enseñar a los niños los nombres de sus dedos

La pequeña extremidad del cuerpo que utilizamos todo el tiempo, para hacer casi todos los gestos. Mi nombre es… ¡el dedo! A diferencia de los dedos de los pies, que somos incapaces de nombrar, ¡los dedos de las manos tienen un nombre claro y son identificables! Está el grande en el medio, el puntiagudo y el pequeño que no debe atascarse en la puerta por accidente.


Dedo corazón, índice, meñique… ¡Pulgar! ¡Espera, hagamos una pausa! Porque todo eso está muy bien, pero ¿cómo podemos ayudar a nuestros hijos a aprender los nombres de sus dedos? Todo ello sin aburrirse ni perder el latín. ¿Y de dónde vienen esos nombres? Venga, tómenos de la mano y le guiaremos para que sus hijos los conozcan como la palma de su mano.


Palabra a palabra, para que la información se asimile. O todas a la vez, para ir más rápido. No hay milagros, ¡pero algunos métodos funcionan bastante bien!


Canciones infantiles


Utilizando un álbum que tengas en casa, plataformas de vídeo en línea (¡o simplemente de memoria!), las canciones infantiles facilitan mucho el aprendizaje. Los padres que no recuerden dónde o cómo aprendieron los nombres de los dedos de la mano no deben flagelarse tan rápido… ¡YouTube está ahí para salvarles! En francés o en inglés, encontrarás una plétora de pequeñas rimas que no han envejecido nada en el último siglo. Escúchalas, puede que te traigan recuerdos 😉.


Cuentos


Dependiendo de la edad de tu Mini, puede que encuentres un cuento genial sobre los nombres de los dedos escondido en su cuaderno de párvulos. O en su cuaderno de poesía en CP. ¿Y si no? Que no cunda el pánico. Vamos a inventarlo juntos:


Todos tenemos 5 dedos. En el extremo está el pulgar: fuerte, capaz de levantarse para decir «basta» o «genial, qué bien». Está un poco alejado de los demás dedos, para poder coger cosas sin esfuerzo… ¡o chasquear los dedos!


Luego viene el dedo índice: el que señala para mostrar el camino y apunta a lo que estamos hablando. Sí, ¡lo hace! El dedo corazón es tan grande que destaca sobre los demás: sólo se ve, justo en el centro. ¿Y el anular? Al cuarto le gusta brillar: lleva el anillo una vez casado. Y no olvidemos el último: el meñique, el pequeño granuja que a menudo se rasca el interior de la oreja. Aah, ¡qué bien sienta!


Ponerlo en contexto


Una vez que tu hijo se haya familiarizado con los nombres de los dedos, ¿cómo puede recordarlos? Utilizándolos a diario, por supuesto. Una buena manera de situarlos aquí y allá es ser preciso. Puedes sustituir «sujeta bien el lápiz» por «coloca el lápiz entre el pulgar y el índice». Esto será doblemente útil, ya que al mismo tiempo ayudará a tu hijo a progresar en la escritura.


Ahora que tu hijo conoce los nombres de los dedos de la mano, puede que te pida más. Pero, ¿de dónde vienen estos nombres tan raros?


Pulgar


Viene del latín pollicem. Es tan inusual que algunas personas se niegan a considerarlo un dedo. Lo cierto es que se utiliza como instrumento de medida (de longitud, para ser precisos). El pulgar forma parte integrante del sistema imperial de medidas.


Índice


En latín, índice significa «el que muestra» o indica, ¡pero también el que denuncia! Así que no hay nada sorprendente en este dedo que señala para indicar. No hay que confundirlo con su homónimo, que se refiere a la lista alfabética que aparece al final de un libro, ¡aunque se puede ojear con la punta del dedo!


Mayor


Del latín major, el gesto asociado a él tiene una curiosa historia. Durante la Guerra de los Cien Años, a los arqueros ingleses capturados los franceses les cortaban el dedo corazón y el índice como represalia. Para burlarse de ellos, los que han conservado sus dedos no dudan en mostrarlos… ¡De ahí el dedo de honor, que adquiere todo su significado!


Dedo anular


El dedo anular deriva de la palabra «annulus» y es la parte del dedo que lleva la alianza, simbólicamente ligada al corazón. Procede del latín annularius o incluso anulus.


Auricular


La última incorporación. Procede del latín auricularius (derivado de oreille): literalmente, el dedo que se mete en la oreja. Aunque a menudo se le llama «dedo meñique».


Así que ya lo sabes todo sobre el nombre y la etimología de los dedos de la mano. Ahora que tus Minis también los conocen, puedes poner en práctica este aprendizaje haciendo que utilicen los diez dedos. ¿Y cómo puedes hacerlo?


Con nuestras estupendas actividades de interior. Son gratis y muy divertidas. Y si sus hijos le preguntan cómo se llaman los dedos de los pies, no se moleste («er, dedo gordo, dedo pequeño y… los del medio…»). O ve a abrir una buena enciclopedia detallada, ¡así incluso podrás asombrarles sobre la función y la articulación de una falange!