El pachycephalosaurus o dinosaurio bola

Uno no va por la vida dando cabezazos sin ganarse ciertas cicatrices por el sendero. Si se golpea reiteradamente el cráneo contra sus compañeros, se lesionará, singularmente en las ubicaciones mucho más sensibles al encontronazo. Y en el momento en que mueras, tu esqueleto preservará las huellas de tu violento pasado.


Un dinosaurio con la cabeza abombada podría ser el rey de los golpes en la cabeza, con un cráneo mejor que cualquier casco moderno para resguardar su cerebro de semejantes asaltos. Este dinosaurio herbívoro era un terópodo del tamaño de un pastor alemán que vivió hace 72 millones de años a fines del Cretácico: el Pachycephalosaurus Stegoceras validum.


Este último tenía una cúpula ósea en el cráneo, que es objeto de bastante enfrentamiento. ¿Usó su cabeza para cargar contra un contrincante de frente, como hacen los borregos cimarrones, o para agredir los flancos del contrincante, como hacen los bisontes?


Composición craneal del Pachycephalosaurus


El Pachycephalosaurus tenía una cúpula gruesa de hasta 25 cm de espesor. Además de esto, tiene una composición extraña que no se semeja a las que conocemos en los animales modernos. El propósito es, por consiguiente, saber si las bóvedas de estos dinosaurios eran correctas para ofrecer golpes de cabeza.


Para introducirse en la cabeza de esta vieja criatura, los científicos usaron escáneres y modelos informáticos. Examinaron los cráneos de un elevado número de animales modernos, tal como un ejemplar de Stegoceras validum.


Un cráneo mucho más fuerte que un casco de motocicleta


Los paleontólogos se dieron cuenta que la anatomía ósea de la cúpula del Pachycephalosaurus resguardaba su cerebro mejor que cualquier casco de motocicleta. A pesar de que los huesos están preparados de manera diferente en este dinosaurio, podría soportar de forma fácil el género de fuerzas que se miden en los animales vivos que practican los golpes de cabeza.


La mayor parte de los animales que se apalean la cabeza tienen bóvedas afines a los cascos robustos de las motocicletas. Tienen una corteza recia en el exterior, una suerte de material esponjoso que absorbe la energía justo bajo ella, y después un mantón recio y muy espeso sobre el cerebro. El Pachycephalosaurus tenía una cubierta plus de hueso espeso en el centro.


En la cúpula del Pachycephalosaurus, los científicos identificaron construcciones que canalizaban la sangre hacia un tejido blando y amortiguador. Estos elementos podrían haber tenido una doble función de refuerzo estructural. En verdad, la cúpula del Pachycephalosaurus se semeja a un doble casco de motocicleta compuesto por capas recias y blandas alternadas.


Ningún animal moderno lo resistiría


En comparación, las llamas se romperían el cráneo a golpes de cabeza, y las jirafas tampoco lo lograrían. Viran sus cuellos hacia el otro y también procuran golpearse en el cuello o en el costado. Si las jirafas alcanzan golpearse en la cabeza, tienen la posibilidad de perder el saber pues su anatomía no está desarrollada para absorber la colisión tan bien como un buey almizclero o un borrego cimarrón.


Un óptimo paralelismo moderno de los paquicefalosaurios son los duikers, pequeños antílopes africanos que tienen la práctica de pelearse entre sí. Los cefalófidos tienen bóvedas afines a las de los pachycephalosaurus, no obstante las de estos últimos serían aún mejores para ofrecer golpes de cabeza.


Investigaciones precesoras han sugerido que el hueso esponjoso de la cúpula del Pachycephalosaurus sería bastante frágil para aguantar los golpes de cabeza. No obstante, las últimas indagaciones proponen que este hueso esponjoso es de todos modos increíble para absorber la energía de las choques.


Usos de la cúpula en el Pachycephalosaurus


Los golpes de cabeza tienden a ser una manera de rivalidad entre los machos por el ingreso a las hembras. Los desenlaces de los estudios paleontológicos dejarán entender hábitos clave en la vida popular de estos animales.


¿Los paquicefalosaurios sencillamente daban a conocer sus bóvedas, como los pavos reales con sus colas? ¿O usaron sus cráneos para precipitarse como bueyes almizcleros?


Una investigación estadounidense sobre 109 cráneos de dinosaurios exhibe que el 22% de las bóvedas presentaban signos de daños. Si los cráneos de los pachycephalosaurios se hubiesen desgastado de manera natural, tendrían orificios por doquier. En cambio, 2 tercios de las lesiones se generan en un hueso del cráneo, en la región que padece el mayor encontronazo a lo largo de las choques frontales. Esto apoya la hipótesis de que los animales verdaderamente chocaron.


Como conclusión, jamás entenderemos para qué exactamente servía la cúpula del Pachycephalosaurus, en tanto que no tenemos la posibilidad de ver de manera directa su accionar. Este dinosaurio, que puede llegar a medir 5 metros de largo, vivió en América del Norte a lo largo del Cretácico Superior. Dio su nombre a la familia Pachycephalosauridae y asimismo se distingue por las protuberancias óseas en la parte de atrás del cráneo.

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