Los mitos que cubren a los dinosaurios

El secreto supuestamente inescrutable que circunda a los dinosaurios y su planeta ha actuado como un poderoso incitante de la imaginación humana. Si bien la ciencia actualizada ha desmontado varios mitos sobre los dinosaurios, estos viejos animales prosiguen despertando nuestra imaginación.


Todas y cada una de las civilizaciones tienen leyendas sobre monstruos temibles, en ocasiones descritos como dragones que escupen fuego. No es de extrañar, ya que, que los primeros descubrimientos de huesos enormes fosilizados hayan llenado la imaginación habitual con toda clase de ideas fatuas sobre los primeros colosales humanos o los ancestros de los elefantes. A pesar de que los dragones por el momento no están de tendencia, nuestra fascinación por los réptiles colosales no ha disminuido.


Se dijo que el enorme interés de los humanos por los réptiles es afín a la reacción de otros primates, como los monos, frente a las víboras: desconfían de ellas. Dado que en varios cuentos medievales los dragones se representen como víboras quizá apoye esta opinión.


Por otra parte, muchas civilizaciones han convivido con enormes réptiles como víboras o cocodrilos en especial armonía. Pero hay otras causas para meditar que los primeros descubrimientos de fósiles contribuyeron, quizás a través del contacto con las caravanas de mercaderes que viajaban por zonas lejanas, a la difusión de leyendas fabulosas sobre animales míticos.


El beneficio de esta fascinación por los dinosaurios es que puede despertar en los jóvenes el interés por la ciencia al proporcionarles un concepto del pasado mucho más lejano, del desarrollo de evolución y de la extinción de las especies.


Scrotum Humanum


En el momento en que, en 1676, el instructor de «química» de la Facultad de Oxford Robert Plot publicó la primera descripción de huesos de dinosaurio que proceden de Cornualles, no tenía ni la más mínima idea de que el hueso era el de un reptil obsoleto. «El \’fémur enigmático\’, como lo llamó, parecía desconcertarle en lo que se refiere a su origen.


En aquella temporada, se acostumbraba a meditar que un fósil de este género eran los restos de un humano o de un animal enorme que había fallecido en el Diluvio. Sospechar que procedía de una clase animal extinguida habría sido una herejía: implicaba que Dios se había equivocado al hacer criaturas inútiles o imperfectas.


La trama pensó primero que tenía que ver con un hueso de elefante traído a Inglaterra por los romanos, antes de finalizar que era una cabeza de fémur humano enorme. En este momento se estima que el hueso era un segmento de un fémur de Megalosaurus.


El fósil original se perdió, pero el dibujo de Robert Plot en The Natural History of Oxfordshire, anunciado en 1676, se convirtió en objeto de muchas especulaciones. En 1763, otro científico inglés, R. Brookes, publicó una ilustración del hueso en cuestión, al que llamó Scrotum humanum por su sugerente forma. La historia de historia legendaria de los dinosaurios se encontraba en sendero.


¿Animales capaces?


Se ha visto que la cavidad cerebral de los dinosaurios es pequeña con relación a el tamaño del animal, pero de todos modos no es menor que en los réptiles del mismo tamaño.


En varios de los terópodos mucho más pequeños, esta proporción era exactamente la misma que en las aves modernas. La razón por la cual el cerebro de los dinosaurios semeja pequeño es sencillamente por el hecho de que sus cuerpos son enormes. Otra historia de historia legendaria es que los dinosaurios tenían 2 cerebros.


Varios dinosaurios tenían cilindros neurales ampliados en la pelvis, con lo que se especuló que, ya que la cavidad cerebral era pequeña, la cavidad pélvica podría estar ocupada por una masa de tejido inquieto que asistía a coordinar ciertas funcionalidades que podría haber efectuado un cerebro mucho más grande.


No obstante, ciertos animales vivos asimismo muestran esta hipertrofia de los cilindros neurales, lo que echa por tierra el mito del dinosaurio bicerebrado.


Una expresión de hoy


En la actualidad, ciertas instituciones o personalidades anticuadas de la política y la literatura que se niegan a ocultar se nombran en ocasiones dinosaurios. Este empleo tiene relación con el tiempo dominación de estos animales, que duró mucho más de 150 millones de años en la era Mesozoica. Asimismo entendemos que formaron un orden muy diverso que coexistió con mamíferos en teoría superiores.


En este momento poseemos pruebas de que los dinosaurios no se extinguieron. Los que tenían alas subsisten en este momento mediante sus descendientes, representados por las cerca de 9.000 florecientes especies de aves que hay hoy en dia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *