Valle de la Luna

El Valle de la Luna es una zona del nordoeste de Argentina, en la provincia de Rioja, donde está una sucesión de rocas sedimentarias del Triásico tardío. El valle y sus aledaños se hicieron conocidos por los varios descubrimientos de vertebrados del Triásico.


Aquí se han encontrado los fósiles de dinosaurio mucho más viejos de todo el mundo, tal como réptiles arcosaurios primitivos que detallan vínculos evolutivos con los primeros dinosaurios. Los dinosaurios mucho más viejos se hallaron en la conocida capacitación rocosa de Ischigualasto.


Esta capacitación es una sucesión de arenisca y arcilla que se desintegró para conformar este paisaje lunar, donde la erosión dio forma a los profundos desfiladeros y escarpados barrancos que brindaron nombre al valle. Los fósiles encontrados en la capacitación Ischigualasto surgen de afloramientos al pie de los Andes.


Datan del Triásico y forman parte al intérvalo de tiempo carioca, hace precisamente entre 226 y 220 millones de años. Los restos de dinosaurios son pocos en toda la zona y fueron primordiales excavaciones intensivas para conocer unos pocos ejemplares. El Dr. Osvaldo Reig descubrió los primeros ejemplares entre 1959 y 1961.


En 1960, descubrió los huesos de saurisquios, Herrerasaurus y también Ischisaurus. Los estudió en 1963. Poco después se descubrió en el yacimiento el primer dinosaurio ornitisquio primitivo, desde extractos de mandíbula, ciertas extremidades inferiores y vértebras. Fue descrito por el Dr. R. Casamquela en 1967 como Pisanosaurus mertii.


En 1988, un aparato de paleontólogos estadounidenses (del Norte y del Sur) efectuó varios descubrimientos en el Valle de la Luna y sus aledaños. Hallaron mucho más extractos de Herrerasaurus y estos nuevos descubrimientos lo transformaron en entre los dinosaurios mejor estudiados de la zona. Con 4,5 m de longitud, era el mayor depredador del Triásico tardío.


Al tiempo, estos estudiosos descubrieron un nuevo dinosaurio carnívoro, pequeño y increíblemente primitivo. El Dr. Paul Sereno y sus colegas lo llamaron Eoraptor lunensis.


El Eoraptor medía 1 m de largo y su cráneo tenía todas y cada una de las peculiaridades básicas de un dinosaurio. No obstante, todavía es muy discutido, puesto que mientras que ciertos científicos piensan que es el primer dinosaurio verdadero, otros lo piensan bastante primitivo para ser considerado como tal. El enfrentamiento se enfoca verdaderamente en los criterios de definición del conjunto de los dinosaurios.


En el Valle de la Luna se descubrieron otros animales bien interesantes. En 1979, los paleontólogos de la Facultad de San Juan descubrieron un archosaurio depredador, el Sillosuchus. Asimismo hallaron un rincosáurido joven, Scaphonyx, entre las costillas de un Herrerasaurus, lo que dio alguna seguridad sobre la dieta de estos primeros dinosaurios.


Bajo la capacitación Ischigualasto está la capacitación Los Chanares, donde se descubrieron los esqueletos de arcosaurios evolucionados, que se piensan los antepasados directos de los primeros dinosaurios.


Estos animales, Lagosuchus, Lagerpeton y Pseudolagosuchus, vivieron hace entre 230 y 225 millones de años. Fueron los primeros réptiles en adoptar una situación erguida. La mayor parte de los dinosaurios y arcosaurios descubiertos en el Valle de la Luna están en el Museo de Historia Natural de Buenos Aires.

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